martes, 8 de diciembre de 2015

Puppy ( cuento breve )




Puppy


Decidió retirar los almohadones y la frazadita del rincón donde dormía habitualmente. Había transcurrido un mes y todavía lo entristecía la ausencia de su mascota. La promesa de un reemplazo de parte de su padre se enfrentaba a las objeciones de su madre que lo consideraba demasiado chico para asumir el compromiso que se requería, y obviamente él rogaba por otra oportunidad. Cuando les contó a sus compañeros que se había perdido, todos, le dijeron que nunca lo encontrarían con vida. Junto con sus padres lo buscó varias noches y finalmente lo hallaron. Pobrecito.
Sus compañeros tenían razón: no podía sobrevivir en las calles y era culpa suya por confiado; por creer que mantenerlo encerrado era un acto muy cruel, cuando en realidad, le evitaba un fatal destino.
Ahora estaba dispuesto a cuidar a su nueva mascota con mayor dedicación, sin dejarse llevar por el entusiasmo de tener un compañero de juegos. Pondría atención a cada una de sus necesidades y también iba a educarlo para que obedezca cada una de sus órdenes.

Su madre, por fin, regresó de la tienda. Él bajó casi sin aire por las escaleras.

-¿Lo trajiste mamá?

La madre hizo una mueca, seguía pensando que era demasiado niño para aceptar responsabilidades y sabia que ella terminaría juntando juguetes y limpiando lo que ensuciara.

- Es otro macho como me pediste y debes asegurarte de que no salga solo de la casa.

- Te juro mamá que si tengo que ir alguna parte lo dejaré encerrado y cuando lo lleve conmigo siempre usará su collar- le prometió.

- Está en el coche, parece bastante más tranquilo que el otro.

- ¿Y es bonito? ¿De qué color tiene los ojos?

- Es bonito, era el más bonito de todos los que había en la tienda.

-¡Quiero verlo!

Salió rápidamente en busca del nuevo integrante de la familia y lo hizo entrar a la casa tirando suavemente de la correa.
Su madre suspiró resignada, bien valía el trastorno de vivir con una mascota a cambio de verlo tan alegre, como toda madre deseaba que su hijo fuese feliz y esperaba que no se repitiera el infortunio de tener que buscar por las calles y preguntar a los vecinos en medio de la noche.

- Esta vez también te traje algo que debes leer con atención. El vendedor me explicó que es mejor vigilarlos hasta que se adapten a su nuevo hogar.

Le entregó una guía especializada en razas. Los ojos del chico se llenaron de agradecimiento y abrió la primera página, comenzó a leer en voz alta:

“Manual de instrucciones y sugerencias para el cuidado y crianza
 de un ser humano.”



FIN



 AUTOR: Adriana Cloudy © MenteImperfecta
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